Sevilla no tiene mar, ni tiene playa en la ciudad, tiene el único punto navegable realmente de España, pero las distancias han sido benévolas con la capital de Hispalis. En realidad a varias playas de
Huelva y Cádiz, como por ejemplo a
Matalascañas, se les dice
la playa de Sevilla
En verano los autobuses a primera hora de la mañana descargan multitudes de
sevillanos fieles a su playa, y autos que llegan claramente a dejar a los niños en
la rotonda para buscar aparcamiento y pasar el día.
Matalascañas es, sin duda, la
playa de Sevilla pero hay mucha más, alguna algo más alejada, pero todas ellas preciosas y con ese sabor tan especial de la zona que da al Atlántico, que no es tan mediterránea, pero que no tiene nada que envidiar a la costa del sol.
Si estás en Sevilla y quieres playa para la próxima temporada, piensa en toda línea costara que va desde
Puerto de Santamaría de
Cádiz hasta la frontera de
Portugal. Es una zona muy tranquila, enormes playas, muy largas y de arena fina un poquito tostada, en pleno agosto claro imposible de pisar.
Para llegar a Matalascañas desde Sevilla es muy fácil y algo realmente digno de vivir.
Recomiendo salir de
Sevilla si vas en coche a una hora respetable, es decir entre 9 a 10 de la mañana, por la A 483 tienes varias paradas imposible de ignorar:
Bollullos, Almonte y el Rocío, casi ná, pocas zonas playeras tienen este calibre de paradas para llegar a la playa.
Tienes que calcular los tiempos porque, por ejemplo,
Bollullos, casi nadie sabe que es un pueblo espectacular para comer, puedes salir temprano y desayunar o tomar algo a media mañana.
Sus Bodegas son de lo mejor de
Andalucía, te recomiendo todas, en la calle principal tienes varias, todas buenas, a la hora de comer o cenar siempre vas a coincidir con algún famoso, pues todo el buen sevillano para en Bollullos de paso.
Lo ideal en este pueblo es cenar, en sus bodegas puedes elegir los platos expuestos, es muy agradable, muy buen precio y puedes probar gambas, cazón, todos los fritos típicos de
Sevilla y Huelva. También tienes Almonte y el Rocío, que no te lo recomiendo en el mismo rocío porque la aglomeración es tremenda, vas a pasar muchas horas en una carretera mínima y al final, si no eres sevillano, o de
Huelva te será muy difícil ver algo. Pero sí te recomiendo ver la hermita y lo que significa en realidad el
Rocío.
Ya en Matalascañas verás que es muy peculiar, la oferta hotelera no es tan extensa como en la costa del mediterráneo, las disposiciones de las casas son con otro estilo, toda la primera línea de playa son casas, y de vez en cuando aparece un hotel pequeño. No hay edificios altos y puedes encontrar pensiones y hoteles baratos con tiempo.
Desde Matalascañas puede seguir con rumbo a Portugal, es un viaje precioso, ten en cuenta que en Matalascañas está el Coto de Doñana, un parque forestal de los más importantes de Europa, que sigue por toda la costa, tienes acceso para ver la fauna y la foresta, hay excursiones. Almonte es el municipio que alberga la playa de Matalascañas, el viaje hasta Ayamonte no es nada largo, puedes ir y volver en el día, pero es algo fuera de serie quedarse en el parador, y despertar con la espectacular viste del río que divide a las dos naciones.
Pero, hagamos el recorrido, toda la línea de playa es peculiar, arriba la zona del Coto es una pared cortada como un bizcocho gigante y abajo la playa, son todas larguísimas y solitarias, con lo cual, en todas se practica el nudismo, te quites o no la ropa, puedes disfrutar de la paz más increíble del mundo.
La primera que nos encontramos es Mazagón, un pueblo grande, con muchos sitios para comer y cenar, esto todavía es Moguer llegas a Palos de la Frontera, una parte de Mazagón, varias playas y el parador que merece la pena visitar. Famosa la Playa de Rompeculos, nadie sabe por qué.
Llegas a un lugar sin igual, Punta Umbría que cuenta con muchas playas, todas blancas y limpias, la propia de Punta Umbría es sensacional, muy tranquila y sin aglomeraciones ni edificios, todo es llano y suave. Para comer en el Portil algo realmente bueno, el Rompido, es como una ría, muy bajita y sin olas, los restaurantes siempre llenos están justo a orillas del agua, maravilloso comer aunque haga calor, prácticamente puedes comer al aire libre todo el año.
Sigues al Espigón, la playa de Huelva capital, pasas al Lepe, conocido como sabes por los chistes y por su semáforo que cambia cuando quiere. Pero el Lepe es más que eso, las playas de más éxito y afluencia de jet y famosos del país, no sólo de Andalucía, Isla Antilla, Isla Cristina y La Antilla, tres de las playas más movidas en el sector turístico actual, sin entrar en aglomeraciones ni grandes moles urbanísticas.
Isla Cristina cuenta, a su vez, con muchas más playas y llegamos a Ayamonte, donde encontrarás Isla Canela que sólo con el nombre ya te dice algo, y Punta del Moral.
Ayamonte termina con España
El Guadiana separa a los dos países con un espectáculo sobre todo madrugador, las mañanas son espectaculares, sobre todo porque los españoles están acostumbrados a ver el amanecer con el mar delante, y aquí ya estamos en el Atlántico y aunque no sea tan vertical, los atardeceres son realmente espectaculares.
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